Estaba en el mundo de la educación, cuando animé mi primera formación PRH en 2005 y entré a formar parte del organismo.

Mi pasión es vivir la vida con sentido, y crecer para seguir ese sentido todo lo lejos que se pueda. Este crecimiento lo he ido experimentando en mí, y me ha permitido comprenderme y afinar en la toma de buenas decisiones en referencia a mi “brújula interior”. Fruto de ello, vivo hoy una sensación de fuerza interior, de armonía y de coherencia. Es por eso que creo que toda persona puede encontrar su propósito en la vida, abriéndose a conocer lo mejor de sí, siendo esto una fuente de verdadera felicidad al alcance de nuestra mano.

Lo esencial para mí hoy, como profesional PRH, es contribuir a que cada persona experimente la riqueza que ya posee, crea en ella y la viva. Creo con fuerza que esto favorecerá unas buenas relaciones sociales, de pareja, familiares, laborales,… De esta manera PRH contribuye a que nuestra sociedad avance en dignidad y respeto, en creatividad para resolver los numerosos retos que tenemos delante, en encontrarnos en la diversidad y sus matices, para dejar una buena herencia a otras generaciones.